Estado del Sector de la Caza en España en 2025

En 2025, el sector de la caza en España se mantiene como un pilar económico y cultural en las zonas rurales, pero enfrenta retos significativos que podrían comprometer su sostenibilidad a largo plazo. A pesar de su importancia socioeconómica, la actividad cinegética se encuentra en un momento de inflexión debido a la disminución de licencias, el envejecimiento de los cazadores y los desafíos medioambientales.

estado del sector de la caza en España en 2025

Impacto Económico: Un Motor para el Mundo Rural

La caza sigue siendo un motor clave para la economía rural española. Según un estudio de Deloitte para la Fundación Artemisan, el sector genera 10.190 millones de euros de PIB anual y sostiene 199.000 empleos, de los cuales 45.642 son directos, con un 80% concentrados en áreas rurales, ayudando a combatir la despoblación. En 2016, la actividad movilizó 5.470 millones de euros en gasto y generó 6.475 millones de PIB, representando el 0,3% del PIB nacional. Las cacerías de perdices (306 millones de euros) y las monterías de venados (170 millones de euros) son las que más ingresos aportan, con un impacto significativo en sectores como la hostelería, la distribución y la alimentación.Además, los cazadores invierten 320 millones de euros al año en conservación, incluyendo 289 millones en gestión directa (como aporte de agua y alimento) y 31 millones en programas de conservación de especies, lo que posiciona al sector como el segundo mayor inversor en gestión ambiental tras la Administraciónascendencia Pública.

Desafíos Demográficos: Un Sector Enfajecido

A pesar de su fortaleza económica, el sector enfrenta un declive demenario alarmante. Según un estudio publicado en People and Nature, el número de cazadores ha caído un 45% en los últimos 50 años, y se prevé que para 2050 la cifra se reduzca un 70%, quedando solo unos 176.815 cazadores. La mayoría supera los 60 años, mientras que los jóvenes de 20 años son una minoría, lo que refleja una falta de relevo generacional. En 2021, se emitieron 680.000 licencias de caza, una caída significativa desde el máximo de 1,5 millones en 1990. Este descenso, junto al éxodo rural y el envejecimiento de la población, plantea interrogantes sobre el futuro del sector.

Regulación y Temporada 2025-2026

Las comunidades autónomas regulan las temporadas de caza, que generalmente abarcan de julio a abril. En Andalucía, por ejemplo, la temporada 2025-2026 comienza el 10 de julio de 2025 y finaliza el 26 de abril de 2026, con fechas específicas para especies como el ciervo, jabalí (11 de octubre al 8 de febrero) o la cabra montés (11 de octubre al 26 de abril). Se han implementado medidas para proteger especies como la liebre, afectada por la mixomatosis, reduciendo los días hábiles de caza en algunas regiones. Además, la tórtola europea tiene una cuota cero de capturas en ciertas áreas, como Madrid, para garantizar su conservación.

Impacto Ambiental: Beneficios y Controversias

La caza contribuye al equilibrio de ecosistemas mediante el control de poblaciones, reduciendo accidentes de tráfico y daños agrícolas. Sin embargo, enfrenta críticas por su impacto en la fauna, con 30 millones de animales abatidos al año y preocupaciones por especies protegidas afectadas por disparos. Además, se estima que genera 5.000 toneladas de plomo contaminante anuales, lo que ha avivado el debate sobre su sostenibilidad.Perspectivas para el FuturoEl sector de la caza en España es un motor económico vital para las zonas rurales, pero su futuro depende de atraer a nuevas generaciones y equilibrar su impacto ambiental. Iniciativas como jornadas divulgativas, que atrajeron a 1,9 millones de personas en 2023, y la declaración de modalidades como la cetrería o la montería como bienes de interés cultural, buscan revitalizar el interés. Sin embargo, la caída en licencias y el cambio en las percepciones sociales exigen estrategias innovadoras para garantizar su continuidad.

Conclusión: 

La caza en España en 2025 es un sector de gran peso económico y social, pero enfrenta un futuro incierto por el envejecimiento de sus practicantes y las críticas ambientales. ¿Crees que la caza puede adaptarse a los retos actuales? ¡Déjanos tu opinión en los comentarios!